La adolescencia es una etapa de grandes cambios emocionales, físicos y sociales que pueden ser desafiantes tanto para los jóvenes como para sus padres. Es una etapa crucial en la que se desarrollan aspectos importantes de la personalidad y la identidad. Sin embargo, también es un período en el que pueden aparecer problemas de salud mental. Por ello, es esencial que los padres estén atentos a los signos de alarma que puedan indicar que un adolescente está enfrentando dificultades emocionales o mentales, y que se informen sobre cómo pueden ofrecer el apoyo necesario.
¿Qué Debo Vigilar Como Padre?
Algunos comportamientos y cambios en el estado de ánimo de los adolescentes son normales durante esta etapa de transición. Sin embargo, ciertos signos pueden indicar que algo más serio está ocurriendo y que el adolescente podría necesitar ayuda. Aquí hay algunos puntos clave a vigilar:
Conductas de riesgo: El consumo de sustancias como el alcohol o las drogas, la participación en conductas peligrosas o la desobediencia constante a las normas familiares pueden ser un llamado de atención.
Cambios de humor extremos: Es común que los adolescentes experimenten altibajos emocionales, pero los cambios de humor persistentes y extremos pueden ser motivo de preocupación, especialmente si interfieren con sus actividades diarias.
Aislamiento social: Si tu hijo adolescente comienza a evitar a amigos y familiares, y prefiere pasar mucho tiempo solo, esto podría ser un signo de que está lidiando con algo difícil.
Bajo rendimiento escolar: Una disminución repentina en las calificaciones, falta de interés en las tareas escolares o problemas de concentración pueden ser indicadores de que el adolescente está atravesando una crisis emocional o mental.
Cambios en los hábitos de sueño y alimentación: Dormir mucho más de lo habitual, sufrir insomnio, perder el apetito o, por el contrario, comer en exceso, son señales de que algo podría no estar bien.
Comentarios sobre sentirse inútil o hablar de la muerte: Presta especial atención a cualquier comentario sobre suicidio, muerte, o frases como “no valgo nada” o “no veo el sentido de vivir”. Estas expresiones deben tomarse muy en serio y requieren una intervención inmediata.
Trastornos Mentales Comunes en la Adolescencia
Durante la adolescencia, algunos trastornos mentales son más comunes debido a la gran cantidad de cambios que experimentan. Entre los más frecuentes se encuentran:
Trastornos del Comportamiento: Incluyen problemas como el trastorno oposicionista desafiante y el trastorno de conducta, que se caracterizan por un comportamiento agresivo, desafiante y poco respetuoso con las normas sociales y familiares.
Depresión: Es uno de los trastornos más comunes en la adolescencia y puede manifestarse como una tristeza persistente, pérdida de interés en actividades que antes disfrutaba, cambios en el apetito y el sueño, y sentimientos de desesperanza.
Trastornos de Ansiedad: Los adolescentes pueden desarrollar diferentes tipos de trastornos de ansiedad, como el trastorno de ansiedad generalizada, ataques de pánico o fobias. Estos trastornos se caracterizan por una preocupación excesiva, nerviosismo constante, sudoración y dificultades para concentrarse.
Trastornos de la Conducta Alimentaria (TCA): La anorexia nerviosa, la bulimia y el trastorno por atracón son problemas que suelen surgir durante la adolescencia. Los adolescentes que padecen TCA pueden tener una percepción distorsionada de su cuerpo, una obsesión con el peso y la dieta, y comportamientos peligrosos como la restricción extrema de alimentos o purgas.
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH): Aunque el TDAH generalmente se diagnostica en la infancia, muchos adolescentes continúan enfrentando síntomas, como la dificultad para concentrarse, la impulsividad y la hiperactividad.
Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT): Puede surgir tras experimentar o presenciar eventos traumáticos, como violencia, abuso o accidentes graves. Se caracteriza por recuerdos intrusivos, pesadillas y evitar situaciones que le recuerden el trauma.
Los padres pueden desempeñar un papel crucial al identificar signos de alarma en los adolescentes
Signos y Síntomas de Estos Trastornos
Cada trastorno mental tiene sus propios signos y síntomas, pero algunos de los más comunes que pueden indicar la presencia de un problema de salud mental incluyen:
Depresión: Tristeza profunda, pérdida de interés en actividades cotidianas, aislamiento social, fatiga constante, cambios en el apetito y el sueño, y pensamientos suicidas.
Ansiedad: Preocupación excesiva por cosas que antes no causaban nerviosismo, ataques de pánico, palpitaciones, sudoración, sensación de ahogo y miedo irracional a situaciones específicas.
Trastornos Alimentarios: Pérdida significativa de peso, evitación de comidas, atracones, purgas, excesivo ejercicio físico y una percepción distorsionada del cuerpo.
TDAH: Dificultad para concentrarse en tareas escolares, impulsividad, dificultad para quedarse quieto y problemas para organizar actividades.
¿Cómo Pueden Ayudar los Padres a un Adolescente con Problemas de Salud Mental?
- Fomentar la Comunicación Abierta: Crea un ambiente donde tu hijo se sienta seguro para hablar sobre lo que siente y piensa. Pregúntale cómo ha sido su día y escucha sin juzgar. A veces, solo el hecho de saber que alguien lo escucha puede marcar una gran diferencia.
- Buscar Ayuda Profesional: Si observas signos persistentes de un trastorno mental, no dudes en buscar ayuda de un profesional de la salud mental, como un psicólogo o psiquiatra especializado en adolescentes. La terapia individual o familiar puede ser muy útil.
- Mantener Rutinas y Límites Claros: Establecer una rutina diaria con horarios regulares para dormir, comer y realizar actividades puede brindarles un sentido de estabilidad, algo muy valioso en momentos de estrés emocional.
- Apoyar Actividades Físicas y Creativas: Fomentar la participación en actividades físicas, artísticas o hobbies puede ayudar a liberar el estrés y mejorar el estado de ánimo del adolescente.
- Estar Atento a Su Salud Física: Asegúrate de que el adolescente tenga una alimentación equilibrada, duerma lo suficiente y realice ejercicio físico, ya que una buena salud física también influye en la salud mental.
- Ser Paciente y Comprensivo: La recuperación de un trastorno mental lleva tiempo, y es importante que el adolescente sienta el apoyo constante de su familia. Evita presionarlo para que “se sienta mejor” rápidamente y valida sus sentimientos.
Fuente: OMS, APS, CDC, Mayo Clinic