La alimentación complementaria es el proceso de añadir alimentos a la dieta de tu bebé. Este proceso se recomienda iniciarlo a los 6 meses de edad ya que previo a esta edad el tracto gastrointestinal de tu bebé es inmaduro y no esta listo para realizar la digestión de los alimentos.
El comité de nutrición pediátrica de la Asociación Española de Pediatría una entidad experta en estudio de bebés, niños y adolescentes; refiere que empezar precozmente la alimentación complementaria puede ocasionar:
A corto plazo
- Posibilidad de atragantamiento.
- Aumento de gastroenteritis agudas e infecciones del tracto respiratorio superior.
- Interferencia con la biodisponibilidad de hierro y zinc de la leche materna.
- Sustitución de tomas de leche por otros alimentos menos nutritivos.
A largo plazo
- Mayor riesgo de obesidad.
- Mayor riesgo de eccema atópico.
- Mayor riesgo de diabetes mellitus tipo 1.
- Mayor tasa de destete precoz, con los riesgos añadidos que esto conlleva.
Además, asegura que si por el contrario se retrasa el inicio de la alimentación complementaria puede ocasionar:
- Mayor posibilidad de alteración de las habilidades motoras orales.
- Carencias nutricionales, sobre todo de hierro y zinc.
- Aumento del riesgo de alergias e intolerancias alimentarias.
- Peor aceptación de nuevas texturas y sabores.
Cómo iniciar la alimentación complementaria
Es importante que conozcas el orden en el cuál tu bebé debe empezar a ingerir los alimentos, para ello te invitó a leer el siguiente cuadro en el cual especifica los alimentos indicados acorde a la edad de tu bebé.
No comparen más a su bebé; ¡porque cada bebé evoluciona a su ritmo!
Alimentos Prohibidos por Edad
Es fundamental que los padres conozcan cuáles son los alimentos que deben limitar para sus bebés según la etapa de desarrollo en la que se encuentren. A continuación, se detallan algunas recomendaciones según la edad del bebé:
- Azúcar y sal:
Se recomienda evitar la ingesta de azúcar y sal antes de los 2 años de edad, ya que los riñones del bebé no están completamente desarrollados para procesarlos adecuadamente. Además, retrasar la introducción de estos ingredientes puede ayudar a fomentar hábitos alimenticios más saludables a largo plazo.
- Lácteos:
El yogur y el queso pueden introducirse a partir de los 9 meses de edad.
La leche de vaca entera se recomienda después de cumplir 1 año, ya que antes de esa edad el sistema digestivo del bebé no está preparado para digerirla completamente y puede ser difícil de asimilar.
Verduras de color verde intenso: Se recomienda introducirlas después del primer año de vida, debido a su alto contenido de nitratos. Estos compuestos pueden ser difíciles de procesar para el sistema digestivo de los bebés más pequeños y, en grandes cantidades, podrían afectar su salud.
- Mariscos y pescados:
Es importante tener precaución con los pescados grandes o de larga vida, como el atún o el pez espada, debido a su alto contenido de mercurio.
Se recomienda introducir los mariscos con cuidado y bajo supervisión médica, para prevenir posibles reacciones alérgicas.
Texturas de los Alimentos
Etapa inicial: Durante los primeros meses de alimentación complementaria, se sugiere ofrecer alimentos en forma de papillas o purés, con una textura suave y fácil de tragar.
Progresión de texturas: A medida que el bebé crece y se desarrolla, se pueden ir incorporando alimentos en pequeños trozos y texturas más firmes, para fomentar la masticación y el desarrollo de los músculos faciales.
Baby-Led Weaning (BLW)
Una vez que el bebé comienza a comer, puede sostener su cabeza, sentarse sin apoyo y ha desarrollado algunos dientes, existe la opción de aplicar el método Baby-Led Weaning (BLW), también conocido como “destete guiado por el bebé”. Este método consiste en ofrecerle alimentos en trozos grandes y blandos, permitiendo que el bebé sea quien guíe su alimentación.
Beneficios del Baby-Led Weaning:
- Mayor disfrute de la comida: Con el BLW, el bebé elige lo que desea comer, lo que hace que espere el momento de la comida con entusiasmo y disfrute explorando diferentes alimentos.
- Un proceso natural: Este método permite que el bebé explore la comida con sus manos y siga sus instintos para comer cuando esté listo, lo que facilita un acercamiento más natural a la alimentación.
- Aprendizaje sensorial: Los bebés aprenden sobre el aspecto, el olor, el sabor y la textura de diferentes alimentos, desarrollando su capacidad para reconocer lo que les gusta y lo que no.
- Descubrimiento del mundo: Al manipular los alimentos, los bebés aprenden a sostener objetos blandos sin aplastarlos, a manejar superficies resbaladizas y a entender conceptos como el tamaño, la forma y el peso, lo que estimula su desarrollo cognitivo.
- Desarrollo de destrezas motoras: Usar los dedos para llevar la comida a la boca mejora la coordinación ojo-mano y fortalece la motricidad fina. Además, masticar alimentos (en lugar de solo tragar purés) ayuda al desarrollo de los músculos faciales, fundamentales para el habla.
- Mayor confianza y autoestima: Al permitir que los bebés se alimenten por sí mismos, se fomenta su autonomía y se refuerza la confianza en sus propias habilidades. La satisfacción de comer de forma independiente les ayuda a desarrollar una autoestima positiva.
- Relación positiva con la comida: Los bebés que tienen la oportunidad de decidir qué comer y cuánto comer tienden a mostrar menos desconfianza hacia nuevos alimentos. Permitirles rechazar alimentos que no les apetecen o que consideran inseguros les brinda un mayor control sobre su alimentación y los anima a probar cosas nuevas.
- Participación en las comidas familiares: Con el BLW, los bebés se integran a las comidas familiares desde el principio, lo que les permite socializar y observar los hábitos alimenticios de los adultos. Esto facilita la transición hacia el uso de utensilios y la adopción de modales en la mesa.
- Desarrollo de un control del apetito saludable: Los hábitos alimenticios adquiridos durante la niñez pueden durar toda la vida. Los bebés que eligen qué comer de entre una variedad de alimentos nutritivos y deciden cuándo están satisfechos, tienden a mantener una relación más saludable con la comida en el futuro, siendo menos propensos a comer en exceso.
- Desaparición de los juegos y trucos para comer: Al respetar las decisiones del bebé sobre qué comer y cuándo dejar de comer, el BLW elimina la necesidad de juegos o trucos para que el bebé acepte ciertos alimentos. Esto permite que el momento de la comida sea más relajado y disfrutable para toda la familia.
Fuente: AEPED. Asistencia Integral de Pediatría.